El sentido del humor, la sonrisa y la risa promueven el bienestar, para con nosotros y con el resto. Relativizan los problemas, destensan situaciones incómodas, facilitan la comunicación, fomentan la empatía, el entendimiento, dotan de significado experiencias y las fijan en la memoria, teñidas de positividad.
El humor, la sonrisa y la risa son herramientas perfectas, hechas a nuestra medida para mantener la energía, las ganas, los objetivos deseados en nuestro punto de mira y restablecer la salud o preservarla.
El sentido del humor es tan viejo como el mundo. Desde la antigua china donde los pobladores acudían a templos donde se reunían para reír pues este acto les aproximaba a lo divino hasta el día de hoy, esta herramienta se ha ido modelando, se ha ido alterando y modificando con el uso y no ha pasado desapercibido, como no podía ser de otro modo, para los psicólogos.
Desde la Psicología del Humor se han estudiado sus funciones y beneficios en la salud emocional de las personas. Ya en su momento H. Spencer (1820-1903) concibió la risa como una “válvula de seguridad” para liberar la energía excedente. Hoy sabemos que los efectos de este sofisticado mecanismo psicológico tiene efectos tremendamente positivos:
– Fomenta el bienestar personal
– Alimenta emociones positivas como la seguridad y la felicidad
– Relativiza las dificultades y las inseguridades
– Favorece la adaptación al cambio y a la incertidumbre
– Nos conduce a experimentar mayor optimismo
– Favorece la consecución de metas
– Amplía el foco de pensamiento
– Favorece el enfrentamiento de situaciones complejas o imprevistos
– Moviliza a la acción
– Favorece el aprendizaje y vías más creativas para el mismo
– Favorece la comunicación, la empatía y la conexión entre personas
– Reduce la tensión, la ansiedad y el estrés
Nuria Losada Álvarez