Las razones por las que una persona experimenta ansiedad en su puesto de trabajo son infinitas y, por supuesto, cada persona lo vive a su manera, como le resulta posible.
Cuando pensamos en la ansiedad en el entorno laboral se nos ocurren situaciones como una alta carga de trabajo, un trabajo complicado de realizar, una relación tóxica con nuestros compañeros, unos jefes excesivamente autoritarios o exigentes… pero la realidad es que a cada persona le afectan de un modo distinto los agentes estresantes del trabajo.
Algunas personas, ante una situación incómoda o dañina, actúan en consecuencia y tratan de equilibrar esa situación. Sin embargo, algunas personas se mantienen férreas en su puesto aguantando estas situaciones. Cuando una situación perjudicial se alarga en el tiempo y no se obtienen una solución, en un gran porcentaje de los casos se experimentan sensaciones relacionadas con la ansiedad. Cuando se llega a este caso, el problema ya no es pequeño.

A continuación, se muestran una serie de posibles causas por las que experimentamos ansiedad en el entorno laboral:

– Desequilibrio entre demandas externas y recursos propios: El más que conocido Burnout. A menudo los trabajadores se ven ante situaciones donde la carga laboral es muy superior a sus recursos o a su jornada laboral. Esto se traduce con mucha frecuencia en alargar la duración de la jornada o a estar en una situación de estrés continuo. Ambas situaciones conducen, con una alta probabilidad, a desarrollan síntomas ansiógenos por parte de quien sufre esta situación.

– Anticipación negativa: Se suele dar ante tareas nuevas o que el trabajador no tiene bien dominadas. Puede dar por hecho que realizará mal la tarea y sus jefes interpretarán que no está capacitado para desempeñar ese trabajo, lo que podría tener consecuencias negativas. Todos estos pensamientos anticipatorios generan una situación de alto estrés e inseguridad, lo que puede provocar ese estado de ansiedad.

– Tendencia controladora: Algunas personas desarrollan, por muy diferencias motivos, ciertas “necesidades” de ir controlando todo aquello que se encuentra a su alrededor. Así tienen la seguridad de que nada –o apenas nada- se les escapa. Si se centran en tener todo bajo control, llegará un momento en que no son capaces de abarcar todo. En ese momento es cuando se empiezan a manifestar más notablemente síntomas de ansiedad que antes probablemente pasaban más desapercibidos.

¿Qué podemos hacer si tenemos ansiedad en el trabajo?
1. Pedir ayuda profesional para conocer las causas y poder trabajar de un modo preciso en una solución.
2. Analizar qué está pasando a tu alrededor y establecer una serie de objetivos para mejorar tu situación actual.
3. Habla con tu jefe/a y dile cómo te sientes. Un buen jefe quiere que sus trabajadores desempeñen su función en un clima positivo. Si el empleado está bien, la empresa también.
4. Tómate las cosas con calma. Piensa qué te ha llevo hasta esta situación y elabora una forma de modificarla.

Como podemos intuir, nos haya pasado o no, la ansiedad supone un elemento muy perjudicial en el día a día de un trabajador. Llega a condicionar gran parte de los estímulos que recibimos durante el día, incluso si en su normalidad son positivos para nosotros. La prevención es la máxima del equipo de loconseguiremos. Por eso, dar el paso y buscar una solución es una decisión muy valiente y que, sin duda, dará buenos resultados, tanto a nivel personal como profesional.

Brais Urceira

Tu opinión nos importa
Y mucho… por favor, haznos saber cualquier asunto que sea de tu interés.

Contacta con nosotros